Por: Percy Vilchez Salvatierra
I.
A dos años del real Bicentenario (1824-2024), no deberíamos olvidar jamás que nuestra independencia se selló de verdad en las Pampas de Junín, acaso la contienda bélica más épica de los últimos siglos en nuestro continente y acaso el último combate resuelto a punta de puro sable y lanza, jornada heroica de las más altas y que celebró muy bien Borges en otras ocasiones poéticas memorables (“…esa batalla que torció el destino:/ Junín, resplandeciente como un sueño” o “el furioso laberinto de los ejércitos,/ la batalla de lanzas en la que no retumbó un solo tiro,”).
Habría que advertir y señalar, en este sentido, para un mayor enaltecimiento de la patria, que Bolívar no tuvo absolutamente nada que ver en esta jornada inmarcesible, razón de sobra para constituirla como una fecha central del genuino Bicentenario y no la pantomima de Ayacucho como pretende una masa de gente sin criterio ni, mucho menos, la infructífera ocasión que no sirvió ni en su momento ni el año pasado (28 de Julio 1821-2021) para celebrar un concepto tan difuso como maleable.
Además, debe servir este día para enaltecer a Trujillo y a La Libertad en la figura del héroe Andrés Rázuri, raro norteño valiente que no tiene ningún reflejo en la actualidad para mayor desgracia de Trujillo y La Libertad (no olvidemos nunca que fue este oficial de caballería quien desoyó el mandato de retirada efectuado por los grancolombianos y gracias a su audacia y coraje es que se logró el triunfo en Junín). ¡Gloria eterna a este campeón que debería ser imitado por todos los peruanos y, sobre todo, por los trujillanos-liberteños!
¡Gloria eterna a los héroes de Junín sin distinción de sus banderas que aun hoy son las nuestras y a Rázuri, ejemplo y cima a la que deberíamos aspirar todos los peruanos y, en especial, los trujillanos-liberteños, por ser sus paisanos!
II.
Claro está que el descrédito nacional actual y trujillano-liberteño en particular hace que muy pocos sigan la línea de razonamiento y grandeza expuesta en las líneas anteriores. Razón añadida para difundir estás ideas y procurar una transformación radical de la sociedad peruana y la idea de identidad que debemos asumir para constituir, al fin, al glorioso pueblo que nos ha sido prometido y no a los grancolombianos que quiso instituir Bolívar minando los intereses del Perú. Sin emabrgo, es interesante remarcar hasta que punto otros pubelos s eha n preocupado mucho mas que el neustro por cosntituirse como paises importantes. Por ello, Colombia tuvo el acierto de incluir en su himno nacional unos versos como los siguientes: “Espadas cual centellas/ Fulguran en Junín./ Centauros indomables/ Descienden a los llanos,/ Y empieza a presentirse/ De la epopeya el fin”, en tanto que el peruano promedio no tiene ninguna idea de su resplandeciente pasado. ¡Perú, despierta!
III.
Por otro lado, pese a lo expuesto, tampoco deberíamos asumir la fácil resolución de creer que la justa fue entre realistas y patriotas sino entre independentistas y realistas pues patriotas hubo en ambos lados. Sí, deberiamos repensar que aquella justa no nos demuestra una victoria inalcanzable e irreparable respecto de los patriotas pues como acabo de apuntar había patriotas en ambos lados, condición compleja que aun en las disputas del presente no nos permiten una amalgama más plena.
IV.
Creo que deberiamos tener el valor de preguntarnos, sobre todo, atendiendo al curso que ha tenido la democracia en nuestro país, si acaso nos habría ido mejor si nos manteníamos como una parte fundamental de España aun en ultramar y pese a todas las divergencias propias de la distancia habida entre el continente americano y la península ibérica. En todo caso, nunca mejor que ahora mismo para tener el valor de vernos a los ojos y respondernos con entereza estas preguntas y si no hemos de empezar a luchar por una democracia y por una serie de libertades que durante los últimos dos siglos nos hemos conformado con recibir fictamente como gracias de terceros en lugar de procurárnoslas con nuestras propias manos.
V.
En Junín murieron tanto españoles como peruanos. En esta fecha, y permanentemente, deberíamos retornar a aquellos heroísmos compartidos y unánimes puesto que, y no solo de una manera simbólica, la sangre de todos aquellos héroes aún fluye en todos nosotros.
06 de Agosto de 2022, 198º Aniversario de la Batalla de Junín.
PERCY VILCHEZ SALVATIERRA.
Escritor. Abogado. Comunicador. Analista político. Director de Libertad Bajo Palabra. Director de Valor.Pe.
[Autor de “Metafísica del Precipicio” (2015), “En Los Ojos de la Esfinge” (2016), “DOSCIENTAS IMÁGENES CRÍTICAS DEL PERÚ ANTE EL BICENTENARIO – La Verdad Oculta” (Octubre 2021) y “METAFÍSICA” (Marzo 2022).